31/07/2011

la noche

Me preguntas que cómo estoy. Yo, que me sumerjo en mis pensamientos y no encuentro límite ni frontera que no pueda traspasar. Porque la lluvia no ha parado de caer toda la tarde y no encuentro un sólo motivo para salir a la calle. Y al llegar la noche camino entre las tinieblas para llegar a un bar y pedirme algo seco, que vengo muy mojado. Allí me refugio del día a día. Encuentro soledad y locura en dosis equivalentes y no busco nada que alguien no me quiera dar.
Estoy como puedo. No veo el momento de salir de este castillo fortificado. Es difícil mantener la posición sin padecer vértigo. Porque tú me tocaste como si no hubiese otro cuerpo en el mundo, un único ser humano en la tierra, y ahora ya no estás. Las cosas suelen ser así entre tú y yo. Tú pones las normas. Puedo protestar indefinidamente, pero nada cambia. Porque tú quisiste fue por lo que pasó. Y no veo manera de que confíes en mi y no me consideres una tentación. Es como si fuera un peligro y yo fuera dinamita.
Pues así estoy, dolido, lamiéndome las heridas como un gato viejo, porque no puedo ya maullar con fuerza y decirte que te quiero.

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